¿Llamas por una crisis de ansiedad a un hospital?, nadie te atenderá

Por Reynaldo Mozo Zambrano y Erick S. González

Juan Alvarado de 27 años de edad y abogado independiente en Caracas, describe un ataque de pánico que sufrió a causa del encierro prolongado por la pandemia del COVID-19. Tiene poco tiempo de graduado por lo que trabaja también como encargado de un taller de ropa en el centro de la ciudad.

Cuando empezó a sentir que las paredes a su alrededor se le venían encima trató de buscar ayuda psicológica privada, pero los costos de las consultas ascendían de 20$ a 40$ la hora. “No podía costear eso”, dijo en una entrevista a Efecto Cocuyo.

 

El abogado intentó llamar al Hospital José María Vargas, ubicado en Cotiza, una zona popular de Caracas, en el centro de la capital, así como al Clínico Universitario, de la Universidad Central de Venezuela; pero los números no funcionaban. Los contactos los encontró luego de una búsqueda en Google. Las líneas solo repicaban sin que nadie las atendiera.

La razón de sus ataques de pánico estaban ligados a la pandemia del coronavirus; sobre todo, al miedo a contraer la enfermedad. Alvarado logró la ayuda que necesitaba de Psicólogos sin Fronteras, una ONG que presta atención psicológica gratuita.

Depresión, ataques de pánico y ansiedad son las causas de consulta más frecuentes que registran la Federación de Psicólogos de Venezuela y la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, en sus informes de 2020 y 2021.

 

El equipo de Efecto Cocuyo, para este especial, realizó un monitoreo para determinar si los hospitales en el país prestan servicios de atención psicológica y psiquiátrica a la población. La Memoria y Cuenta del Ministerio para la Salud de 2015 reporta que la red hospitalaria está conformada por 241 Hospitales, tipo I, II, III y IV ubicados en todo el país.

 

Tomando como base la información del Ministerio de Salud, el equipo de Efecto Cocuyo  identificó 264 centros de salud, desagregados de la siguiente manera: 240 hospitales, 10 Centros de Diagnóstico Integral, 11 ambulatorios y 4 del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.

 

Durante tres meses, desde agosto hasta octubre de 2021, los reporteros realizaron 625 llamadas telefónicas a estos centros de salud. Del total, 233 números fueron tomados de una lista filtrada por el Ministerio de Salud. Los contactos estaban  distribuidos entre los 335 municipios del país.

 

Muchas de las líneas telefónicas de los centros de atención hospitalaria no están conectadas. En otros casos, como ocurrió con el hospital Dr. Adolfo Prince Lara, ubicado en Puerto Cabello, en la costa norte del país,  la llamada caía al teléfono local de una vecina. Por ello, la primera fase de la metodología del trabajo consistió en verificar si los habitantes de las comunidades más alejadas de la capital de cada estado podían entrar en contacto con los hospitales de los municipios donde residen.

 

Durante tres meses, se llamó durante tres horarios diferentes (10:00 a.m. 3:00 p.m. y 6:00 p.m.) de lunes a viernes para constatar si el hospital tenía la capacidad de atender una emergencia relacionada con la salud mental, pautar una consulta y/o concretar una intervención profesional. Solo 4,16% de los hospitales monitoreados se logró contacto telefónico; es decir, en 11 hospitales ubicados en: Distrito Capital (2), Carabobo (1), Miranda (1), Táchira (1) , Guárico (1), Portuguesa (1), Trujillo (2) y Yaracuy (1) y Vargas (1). 

 

De estos 11 centros de salud con los que se logró establecer contacto, solo seis tienen el servicio de atención psicológica operativo. El resto aseguró que los psicólogos del lugar renunciaron a su puesto recientemente, salieron del país o se contagiaron de COVID-19.

 

Durante la realización del monitoreo, el equipo de Efecto Cocuyo constató que gran parte de los números usados, obtenidos del documento del Ministerio de Salud y otros supuestos números oficiales, no funcionaron, estaban ocupados o desconectados.

 

Se determinó que la comunicación con la mayoría de los hospitales del país puede ser infructuosa. Si bien, las llamadas se hacían con el fin de determinar si los servicios de atención a la salud mental estaban operativos, es de destacar que más de 90% de los intentos de comunicación acabaron sin respuesta por parte de los hospitales.

 

Para Jaime Lorenzo, director de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, no es una sorpresa ver estos resultados.

Enfatizó que todo hospital, ambulatorio o centro de salud en las comunidades debe tener sistemas de comunicación, tanto físicos (como son las líneas telefónicas) como alternos (radios, internet, dispositivos de interlocución).

Parte de la dificultad para los investigadores de Efecto Cocuyo fue identificar o hallar una lista con los números actualizados. En la página oficial del Ministerio de Salud no está esta información tan básica.