¿Por qué hicimos esta investigación?

Historias y cifras de salud mental en un país con pandemia y crisis humanitaria compleja
“Estamos todos en la misma tempestad, pero no todos estamos en el mismo barco”; así describió el representante de la Campaña Mundial por la Educación (CME) en Angola, Vitor Barbosa, la afectación por el COVID-19. Es cierto que el impacto de la pandemia es global; sin embargo, la gravedad de su huella varía según las capacidades de cada país para enfrentarla.

En Venezuela, además de los consabidos retos por la incertidumbre política, la crítica falta de información y las limitaciones sociales y económicas; se suma un factor determinante: la crisis humanitaria compleja.

 

En Efecto Cocuyo quisimos ofrecer una mirada periodística tomando en cuenta estos elementos y adelantamos varias investigaciones para dar con un panorama riguroso sobre cuáles son los efectos de la llegada del COVID-19 en la salud mental de quienes viven en el país.

 

Para empezar, diseñamos un sondeo de 14 preguntas –validado por expertos clínicos– en el que indagamos sobre los patrones de comportamiento por la pandemia. Preguntamos si había cambios en la rutina de sueño, de alimentación y otras relacionadas con la salud mental.

 

Respondieron 1.152 personas, pero además, cientos de participantes dejaron testimonios muy valiosos, con historias personales en las que detallan su cotidianidad.

 

El sondeo garantiza la confidencialidad de quienes lo respondieron, pero la fuerza de las historias es tan contundente, que le pedimos a actores y actrices profesionales que dramatizaran con sus voces, lo que otros solo escriben tras sus pantallas. Producto de este ejercicio se produjeron varios podcasts cortos.

 

En esta investigación también se desnuda esa verdad que la pandemia nos ha puesto delante una y otra vez: 126 personas –10,9% de la muestra– manifestaron tener ideaciones suicidas.

 

También recurrimos a los trabajadores de primera línea. Le pedimos a cuatro psicólogos que contaran en primera persona y dejaran registro, como en una especie de diario personal, sus vivencias profesionales durante este duro período. Le sumamos los relatos de una enfermera, un ama de casa, un sepulturero, un policía, un militar, un paramédico y una cajera de supermercado.

 

Otro importante aporte es el monitoreo a 264 centros de salud de la red pública para explorar cuántos de ellos ofrecen consultas para salud mental. Los resultados fueron devastadores.

Se realizó un focus group a través de la plataforma Zoom, que funcionó como si de una consulta psicológica colectiva se tratara. Cinco personas relataron sus experiencias, bajo la atenta mirada de la psicóloga Trinabel Marsuain.

 

El 11 de octubre se llevó a cabo un conversatorio a través de Space, en Twitter. La psicóloga María Lourdes Machado compartió con los participantes análisis y comentarios relacionados con la salud mental en Venezuela.

 

En este especial también se incluye una lista de teléfonos de organizaciones no gubernamentales, a las cuales acudir en caso de tener una emergencia de salud mental.

Venezuela sin Terapia significó tejer alianzas con más de 30 psicólogos de servicios privados y de la Federación de Psicólogos de Venezuela en 12 estados y el Distrito Capital.

 

Para investigar y escribir sobre salud mental, el equipo de Efecto Cocuyo recibió una formación en primeros auxilios psicológicos que dictó el psicólogo y director de Reacin (Red de Activismo e Investigación para la Convivencia), Manuel Llorens.

 

Los casos de alto riesgo, que recibimos durante la investigación, fueron referidos a la psicóloga clínica Trinabel Marsuain para su atención y orientación a organizaciones y centros de ayuda. Marsuian también nos ayudó a establecer un protocolo para el focus group.

 

A nuestros aliados: la Federación de Psicólogos de Venezuela, la Sociedad Venezolana de Psiquiatría, Psicólogos sin Fronteras, la fundación Rehabilitarte y los psicólogos clínicos Trinabel Marsuian y Manuel Llorens, ¡gracias!

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Sondeo

Más de 1.100 personas respondieron a un sondeo sobre salud mental en Venezuela. Los resultados son tan esclarecedores como preocupantes.

“La enfermera Yanitza lidia con el miedo al contagio mientras cura enfermos en un hospital de Caracas. En el Zulia, en el occidente de Venezuela, Eli, una pastora evangélica, sufre el duelo por la muerte de su hija; y Gabriel, un psicólogo que vive en Nueva Esparta, sobrevive a la depresión que lo llevó a tener pensamientos suicidas.

Diarios de Campo

Psicólogos y psiquiatras relatan de primera mano cómo les ha afectado la pandemia personal y profesionalmente.

Testimonios

Siete trabajadores de primera línea comparten sus historias, preocupaciones y logros en medio de la pandemia por el COVID-19.

Mapeo de servicios

Los reporteros de Efecto Cocuyo hicieron más de 600 llamadas telefónicas a centros de salud en Venezuela; solo 11 atendieron.

“Juan Alvarado de 27 años de edad y abogado independiente en Caracas, describe un ataque de pánico que sufrió a causa del encierro prolongado por la pandemia del COVID-19. Tiene poco tiempo de graduado por lo que trabaja también como encargado de un taller de ropa en el centro de la ciudad.

¿Quiénes somos?

Textos e investigación:

Albany Andara, Reynaldo Mozo, Erick González, Ibis León.

 

Coordinación del proyecto:

Ibis León.

 

Coordinación editorial:

Josefina Ruggiero, Laura Weffer.

 

Edición:

Josefina Ruggiero, Laura Weffer, Ronny Rodríguez.

 

Diseño de la página:

Wingu

 

Ilustraciones y podcast:

Miguel Rodríguez.

 

Infografías:

Paula Díaz

 

Aliados:

Federación de Psicólogos de Venezuela, Sociedad Venezolana de Psiquiatría, Psicólogos sin Fronteras, Fundación Rehabilitarte y los psicólogos clínicos Trinabel Marsuian y Manuel Llorens, director de la Red de Activismo e Investigación por la Convivencia (Reacin).